sábado, febrero 25, 2012

LA OZONOTERAPIA COMO AYUDA EN LAS SECUELAS DE LA POLIOMIELITIS

La poliomielitis es una grave enfermedad ocasionada por uno de los tres virus de la polio que afecta el sistema nervioso y que entre otras secuelas puede dejar una parálisis irreversible generalmente en las piernas. Desde el año 2002 se considera erradicada de Europa.


En los años 60 hubo una importante epidemia de poliomielitis en España que afectó a miles de niños que ahora llegada la cincuentena sufren diferentes secuelas de esta patologia.

Se sabe que décadas después de la infección por polio algunos de estos pacientes desarrollan lo que se conoce como síndrome post-polio caracterizado por debilidad muscular progresiva, fatiga, alteraciones del sueño, baja tolerancia al frío, etc.

Pero lo que si que es evidente es que casi todos y con la edad desarrollaran artralgias (dolores articulares) y artromialgias (dolores musculares). De hecho, muchos pacientes presentan dolores muy invalidantes en las articulaciones sometidas a sobreesfuerzos importantes. Por ejemplo, la persona que tiene una afectación grave de una pierna y que tras diversas intervenciones quirúrgicas y usos de tutores y aparatos ortopédicos ha sometido a la otra pierna a una importante sobrecarga, provocará a la larga un desgaste de esta articulación, en este caso la de la rodilla, en forma de artrosis precoz. Esta artrosis tiene peores consecuencias en una persona con secuelas de poliomielitis que en la población general porque supone una patología añadida y muy severa sobre la pierna que está haciendo de soporte y que permite la deambulación del paciente.

Las lumbalgias, dorsalgias y cervicalgias son también muy frecuentes en personas que han sufrido polio y están causadas tanto por alteraciones posturales, dismetrías (una pierna más larga que la otra) como por artrosis y discopatías.

La ozonoterapia intrarticular, gracias a su acción analgésica y antinflamatoria, obtiene buenos resultados en este grupo de pacientes. La disminución del dolor se establece desde las primeras sesiones de tratamiento, habiéndose establecido una media de 5 sesiones para obtener una mejoría significativa.

Los tratamientos se realizan de forma ambulatoria una vez por semana. Una ventaja importante de esta forma de terapia es que está exenta de efectos secundarios y complicaciones, pudiendo realizarse tantas veces como el médico lo considere oportuno.

En el caso de las lumbalgias las infiltraciones de ozono a nivel de la musculatura paravertebral pueden ser de gran ayuda en el control del dolor en estos pacientes, consiguiéndose una disminución de la toma de analgésicos y antiinflamatorios y una mejoría importante en su calidad de vida.

miércoles, febrero 01, 2012

ARTROSIS, DOLOR CRÓNICO E INFILTRACIONES: ozono y plasma rico en factores de crecimiento.


El dolor crónico es uno de los problemas de salud más importante en todos los países desarrollados.

La persistencia del dolor durante mucho tiempo provoca que el paciente no sólo tenga dolor, sino que con el tiempo pueda presentar también síntomas de depresión, ansiedad, insomnio, fatiga. Todo ello va a disminuir su calidad de vida tanto física como psíquicamente.

Sin duda, la causa más frecuente de dolor es la artrosis (47%), especialmente en la rodilla, espalda y cadera. Con menor incidencia puede afectar a manos, hombros, pies y codo.

El tratamiento farmacológico utiliza básicamente el paracetamol. Los anti-inflamatorios sólo se prescribirán en fases agudas, durante unas semanas, debido a sus efectos secundarios y también se pueden administrar derivados de la morfina cuando el dolor es intenso. Los posibles efectos secundarios de todas estas sustancias así como la necesidad de tomarlos durante mucho tiempo hacen que debamos recurrir frecuentemente a las infiltraciones que son inyecciones administradas directamente en las articulaciones afectadas.

Las infiltraciones proporcionan un alivio rápido. Su duración en el tiempo es variable desde semanas a meses dependiendo de la sustancia utilizada.
Pueden realizarse cuando empiezan los dolores importantes o más avanzada la patología, cuando el dolor es incluso más rebelde.
Para la realización de las infiltraciones se usan habitualmente corticoides (derivados de la cortisona), ácido hialurónico, plasma rico en factores de crecimiento y ozono.
Cada tipo de infiltración está indicada en un perfil diferente de paciente y dependerá de la buena selección de los mismos el que obtengamos unos buenos resultados.
La administración de plasma rico en factores de crecimiento solemos aplicarla en articulaciones que previamente hemos tratado con ozono intra-articular para de esta manera conseguir un mejor resultado. El nº de sesiones en el caso de infiltraciones de plasma rico en factores de crecimiento es de 3 en intervalos de 2 semanas. Las infiltraciones de ozono suelen hacerse semanalmente y el nº medio de sesiones es de 5.
Las infiltraciones de ozono y de plasma rico en factores de crecimiento tienen la ventaja de ser totalmente inocuas, es decir no alteran los valores del azúcar en pacientes diabéticos ni de la presión arterial en hipertensos. La ausencia de efectos secundarios sobre todo en el caso de las infiltraciones de ozono permite que puedan repetirse tantas veces como sea necesario y puedan aplicarse en varias articulaciones el mismo día.

Las infiltraciones acostumbran a ser las únicas terapias lo suficientemente potentes y duraderas para poder diferir o evitar en ocasiones las intervenciones quirúrgicas para colocación de prótesis en las articulaciones afectas en pacientes con artrosis muy evolucionadas y permiten a las personas que lo padecen gozar de una mejor calidad de vida.


Dr. Daniel Samper Bernal
Jefe Clínica del Dolor Hospital Universitario de Badalona
Jefe Sección Servicio Anestesiología
Facultativo Institut Català d´Ozonoteràpia, Hospital Quirón de Barcelona